El Pabellón de El Batán ejerce de ‘Bombonera’ para llevar en volandas a los chicos del barrio en su victoria ante el Grupo Herce Soria (3-1)
El Grupo Rafael Afonso San Roque arranca la temporada en la Superliga Masculina de Voleibol protagonizando la gran sorpresa de la primera jornada al lograr tumbar en el Polideportivo El Batán al subcampeón de la competición, el Grupo Herce Soria por un claro 3-1 (31-29, 25-22, 20-25 y 25-22).
El conjunto dirigido por Alberto Rodríguez ya había dado muestras en pretemporada del potencial de los chicos del barrio, que bajo la batuta de su nuevo director de orquesta, Clèment Diverchy, daba un recital a la hora de darle al equipo lo que necesitaba, obligando a los sorianos a jugar al límite en una batalla igualada que arrancaba en un primer asalto interminable en el que un bloqueo prodigioso del mexicano Mauro Fuentes daba el primer triunfo parcial a los locales por 31-29.
El Grupo Rafael Afonso San Roque ganaba en confianza, pero el Soria no parecía nada dispuesto a entregar la cuchara, presentando batalla en cada juego, con Villalba, Cunha y Olalla tirando del carro. Por su parte, los rojillos se mostraban sólidos en defensa y en recepción, lo que permitía a su colocador mover la pelota con inteligencia buscando los puntos débiles de su rival, que cedía en el segundo acto por un ajustado 25-22.
El orgullo de campeón de los sorianos salía a relucir en el tercer asalto para recortar diferencias en el marcador, ante un San Roque que no quería alargar el partido más de lo estrictamente necesario, pero que no podía evitar ceder por 20-25 y que se abriese un cuarto set que le daba una vida extra a los hombres ce Carlos Alberto Toribio.
Alberto Rodríguez pedía tranquilidad a sus hombres, que regresaban a la pista dispuestos a cerrar el partido ante uno de los grandes de la competición. Moisés Cezar y Anderson Grossi ponían cemento armado en el centro de la red, Mauro Fuentes, Chema Jiménez y Pedro José Pinto martirizaban a la defensa celeste, mientras Rodrigo Gallardo se multiplicaba en defensa para aguantar los arreones de su rival para dar la campanada de la jornada adjudicándose el partido al llevarse el cuarto asalto por un 25-22 (3-1).
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